Aun nos refiramos al hombre más solitario del planeta, para
que este pudiera llegar a la edad en donde está, tuvieron que existir alrededor
de él amigos, familia, instituciones y
organizaciones que, directamente o indirectamente, influyeron en la
manera en la que piensa y se comporta. En esta pandemia nos enfrentamos a un
escenario totalmente distinto. La compañía se mudó de la realidad tangible a lo
virtual. Aquel cazador prehistórico que
se reunía en manada para poder acabar con las bestias más grandes de la
selva, en el contexto de pandemia en el que vivimos, tendría que buscar la
valentía para enfrentarse solo.
Al igual que el cazador, todas y
todos, hemos tenido que ser valientes
para confrontar el aislamiento, el miedo al contagio, las tragedias de
familiares y conocidos, la pérdida de
empleos y a la incertidumbre de no saber en qué
momento parará la pandemia.
Nuestras relaciones sociales se
transformaron en reuniones por
Zoom. Aunque resulte difícil de
creer, esta pérdida de las interacciones, causadas por el confinamiento, han
tenido un impacto importante en nosotros.
En el artículo “Ahora todos somos socialmente
torpes”, escrito por la periodista Kate Murphy, y publicado en el New York Times, nos describe los efectos
psicológicos y emocionales que ha
producido el aislamiento. Según
la escritora, existen investigaciones que se han realizado con presos, soldados
y astronautas, quienes pasan largos periodos en aislamiento, que señalan que: “[…] las
habilidades sociales son como un músculo qué se atrofia por la falta de uso”. Stephanie Cacioppo, directora del Laboratorio
de Dinámica Cerebral de la Universidad de Chicago, menciona que: “hasta los más introvertidos de
nosotros estamos programados para querer compañía. Es un imperativo evolutivo
porque, en términos históricos, hay seguridad en los grupos grandes de
personas” (New York Times, 7/09/20). Otro punto que señala Cacioppo, es
que aunque las personas estén pasando el confinamiento en familia o con más
individuos, no necesariamente significa que no se sientan solos. Muchas personas, incluso, estando en compañía,
añoran las interacciones que tenían cuando iban a la escuela, al cine, al
gimnasio, durante las reuniones sociales o cuando simplemente salían a dar una
caminata al exterior.
Esta necesidad de interacción social
ya había sido descrita por distintas filósofas y filósofos. Aristóteles opinaba que el ser humano es un
animal-político, que se distingue de los animales debido a que tiene
habilidades lingüísticas, puede vivir en sociedad y crear ciudades, por lo que
no podría privarse del contacto con los demás.
En contraste, Schopenhauer decía que el hombre busca relacionarse con
otros, porque no se siente bien consigo mismo.
Consideraba el compromiso social como una obligación. Incluso llego a
decir que prefería la compañía de su perro antes que la de los humanos. Mientras que, para la filósofa y teórica política,
Hanna Arendt, “En soledad siempre surge
un diálogo, porque incluso en soledad siempre hay dos”
(Verne- El País, 21/01/2015).
Aunque aún no tengamos certeza de cuándo
podremos vacunarnos y volvernos inmunes al Covid-19, para poder reunirnos en colectividad, es importante encontrarle un
sentido a nuestra vida. El neurólogo, psiquiatra y filósofo austriaco, Viktor
Frankl, desarrolló una teoría conocida como logoterapia. Este término es
abordado en su libro “El hombre en busca del sentido”, en el que relata los
terribles episodios que vivió en los campos de concentración nazis. Según el
autor, logró sobrevivir gracias a que pudo hallar un sentido a su existencia. El
objetivo de la logoterapia es que el ser humano, hasta en los momentos más difíciles,
pueda encontrar una razón para vivir.
Queridas lectoras y lectores, aunque
suene difícil de creer, en algún momento de nuestras vidas añoraremos el
aislamiento, la soledad y el silencio. Los invito a que utilicemos este tiempo,
ya sea concluyendo aquel libro que tenemos empolvado, escuchando o iniciando un
podcast, escribiendo o desarrollando alguno de nuestros talentos. Estoy seguro que
si después de esta pandemia salimos más fuertes de lo que éramos antes, no habrá bestia que se interponga en nuestro camino
que no podamos enfrentar desde la
compañía de nuestra soledad.
Politólogo. Analista y consultor en temas de comunicación.