Cuando estudiamos la política en México encontramos mucha confusión en cuanto a lo que representa la figura del político mexicano en nuestro país, ya que cada uno de los partidos políticos cuenta con su propia ideología particular que dirige el rumbo de sus acciones y funciones, sin embargo esta discrepancia en cada uno de sus puntos de vista se hace mucho más grande cuando en la práctica los partidos políticos realizan actividades encaminadas a posicionarse como la mejor opción para los ciudadanos antes y durante el tiempo de elecciones.

La
practica política en este país esta encaminada al posicionamiento de un partido
con fines particulares, no se pretende la mejoría de la sociedad, se busca el
beneficio que un grupo político especifico.
Y ese
posicionamiento se ha logrado con promesas, discursos demagogos y mensajes románticos
sobre un futuro mejor que nunca llega, lo cual es precisamente el problema,
porque la clase política en este país, no busca el posicionamiento a través de
la información y de la contribución a la sociedad, si no que se busca ser el
favorito por medio de discursos que desvaloran a los demás candidatos y
partidos con el fin de alzarse como la esperanza de la sociedad, lo cual es por
menos decir, terrible.
Esta
practica es la más popular en nuestro país, porque es la más efectiva a corto
plazo, pero crea un problema para la sociedad a largo plazo, ya que cuando el político
llega a una comunidad a prometer y jurar que va a cambiar las cosas, los
habitantes y ciudadanos lo ven como el salvador, como alguien que va
solucionarlo todo por si solamente porque es “diferente” a los demás candidatos.
Dicha estrategia política es un problema para ambas caras de la moneda, ya que tanto el político como la sociedad se ven envueltas en situaciones complicadas; por un lado tenemos al político ganador que ha prometido y jurado ser diferente a los demás y que en caso de ganar solucionará todos los problemas que “otros” han causado, lo cual románticamente es maravilloso, sin embargo eso lo coloca en una posición de vigilancia por parte de la sociedad, ya que al venderse como un salvador perfecto, no se le permite errar porque como prometió en campaña, es totalmente capaz puede encargarse de todo.
Esto orilla a la sociedad a no ser participe de las actividades sociales, haciéndose a un lado
dejando que el “político salvador” resuelva todo y durante la actividad de sus
funciones este mismo tiene que resolverlo todo y recibir criticas por su
incompetencia constantes debido a un problema de comunicación.
Por
otro lado, la sociedad también se encuentra en una postura difícil, porque
cuando se trata de la oferta política, la sociedad siempre va a seguir la
postura cómoda, como la que representa al político del cual ya hemos mencionado;
ese político salvador que todo lo puede realizar solo sin ayuda de la sociedad
y en caso de elegir a dicho político como representante, la sociedad tomará la
postura que dicho político mencionó que se podían tomar: Esperar el cambio.
Y
cuando la gente espera el cambio, se desinteresa por las actividades políticas,
deja de participar en actividades sociales, no sigue las noticias, no se informa
sobre las actividades que los gobernantes realizan, lo cual es muy cómodo, pero
es totalmente perjudicial; y es que es algo natural de dicha practica política
porque se va a programado a la sociedad para esperar en vez de actuar y no participar del cambio que tanto se promete.
El
cambio que tanto se espera, no puede ver su origen en la clase política, si no
en la sociedad, con mas participación, más criterio, más información y más
responsabilidad.
Debemos
ser consientes de lo que la clase política debe hacer y ser responsables de que
todo lo demás nos toca como sociedad, tal como decía Dwight
D. Eisenhower, presidente de los EEUU “La política debería ser la profesión a
tiempo parcial de todo ciudadano.”
A fin de cuentas, no se trata
de estar del lado de un partido, de una ideología, de unos intereses, de una
persona o de una promesa, no debe haber políticos héroes o villanos, solo políticos
competentes e incompetentes, eso va a cambiar las cosas, el objetivo de la política
no es servir y beneficiar a algunos o a pocos, se trata de estar del lado de México.
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